En este capítulo se examinan las repercusiones de la inteligencia artificial en las políticas y prácticas relativas a la migración y la movilidad, desde la óptica del marco de reglas, normas y principios de derechos humanos vigentes a nivel internacional. Ello es importante, porque el diseño, el desarrollo, la aplicación, así como la expansión de las tecnologías de inteligencia artificial en todo el mundo pueden ya sea menoscabar o reforzar los derechos humanos.

El capítulo analiza los usos de la inteligencia artificial en todas las etapas del ciclo migratorio, ofreciendo reflexiones sobre los principales retos y oportunidades estratégicos que conlleva esta importante esfera innovadora de la tecnología, en particular en lo que respecta al “futuro del trabajo” y a las tendencias migratorias a largo plazo. Aunque la inteligencia artificial trae consigo ciertamente una serie de ventajas para las políticas y las prácticas, también encierra una serie de riesgos para los actores estatales y no estatales (incluidos los migrantes) que deben gestionarse con cautela, especialmente en lo que atañe a la regulación y a los derechos humanos.