La relación entre la migración y la salud es dinámica y compleja. La migración puede acrecentar la exposición a los riesgos para la salud, como en el caso de los trabajadores migrantes empleados en condiciones precarias y con escaso acceso a la atención sanitaria. La migración puede también mejorar la salud, por ejemplo cuando las personas huyen de una situación de persecución y miedo a la violencia y encuentran un entorno seguro. En este capítulo se examinan los cuatro aspectos principales de la migración y la salud: a) la salud de los migrantes; b) los modos en que la migración puede afectar a la salud de las poblaciones (la “salud pública”); c) las respuestas de los sistemas de atención de salud; y d) la gobernanza mundial de la migración y la salud.

El capítulo comienza con una breve reseña de las definiciones y los factores determinantes. Seguidamente, ofrece un panorama general de los factores que aumentan las vulnerabilidades relacionadas con la salud y de los factores de resiliencia de diversos grupos de migrantes, y describe a grandes rasgos las respuestas de los sistemas y los actuales métodos de gobernanza de la migración y la salud. Tras poner de relieve las principales lagunas en los datos, el capítulo concluye destacando la importancia de invertir en una gobernanza eficaz de la migración y la salud, y los modos en que podrían reforzarse los enfoques actuales.